El CNH informó al pueblo de México de las respuestas obtenidas de las distintas dependencias gubernamentales a su documento del 4 de septiembre. En todas ellas “coinciden en ignorar nuestra petición de diálogo público”. Agregó que envió un oficio al presidente, en el que reitera su petición de diálogo público. Por último, invita a participar en la Gran Manifestación Silenciosa, “con la cual demostraremos el repudio general a la injusticia y a la falta de libertades democráticas”.
El CNH declaró en conferencia de prensa que los estudiantes rechazaban el llamado a clases del rector. Se comentaba que “si las autoridades no aceptan el diálogo público, la respuesta será una represión masiva para descabezar el movimiento, debido a la cercanía de la celebración de las Olimpiadas”.
El Comité Coordinador de Huelga de la UNAM manifestó en boletín de prensa: “El Llamado a los Universitarios que hizo el rector Barros Sierra, muestra que evidentemente la posición del rector está condicionada por presiones de que ha sido objeto por parte de las autoridades federales (...) los estudiantes hemos decidido seguir en huelga hasta que sea resuelto nuestro pliego petitorio (...) la huelga estudiantil constituye el centro de nuestro movimiento y la forma de presión más efectiva con que contamos...”
La Coalición de Maestros emitió un comunicado en los siguientes términos: “Coincidimos con la preocupación y proposición de la Rectoría de la UNAM de la necesidad de volver a los cauces normales dentro de la vida institucional. Pero consideramos que la forma más rápida, más digna, cívica y moral del retorno a dichos cauces reside en la solución inmediata y total del pliego petitorio a través del diálogo público”.
Por su parte, el Senado dio su apoyo incondicional a Díaz Ordaz para que disponga, cuando sea preciso, del ejército, la aviación y la marina en “defensa de la seguridad interna y externa de México”.
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