La CP publica un desplegado en el que propone nuevamente un debate entre los legisladores y el movimiento estudiantil, con las siguientes bases: 1) que los diputados y senadores escojan el sitio, el día y la hora de reunión; 2) el debate sea conducido con una agenda formulada por las dos partes; y 3) la discusión sea pública y por ello esté abierta a la prensa, radio y televisión.
Se transmite por televisión (en Telesistema Mexicano, ahora Televisa) un debate sobre las causas del movimiento estudiantil, con la participación de Iñigo Laviada, Ifigenia Martínez de Navarrete, Heberto Castillo, Víctor Flores Olea y Francisco López Cámara. Todos ellos coinciden en que el conflicto debe resolverse mediante el diálogo entre estudiantes y autoridades.
Un grupo de intelectuales y artistas denuncia los hechos arbitrarios cometidos durante julio: 1) el asalto de las oficinas de un partido de oposición (el PCM), de los talleres donde se imprime su órgano periodístico, La Voz de México, y de las oficinas de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, sin órdenes de las autoridades judiciales y con lujo de violencia; 2) la detención, también sin orden judicial, de miembros de ese partido, de algunos de los dirigentes de la CNED, de los abogados defensores de los presos políticos y de otros ciudadanos sin partido alguno, “pero que han expresado ideas progresistas”; y 3) el “decreto de formal prisión para los ciudadanos inocentes con acumulación de supuestos delitos, que delata el propósito de mantenerlos en prisión durante largos años de manera ilegal y basada en falsos testimonios”.
Corona del Rosal expresa su propósito de establecer un diálogo directo con todas las organizaciones estudiantiles y de maestros, y su deseo de que se lleve a cabo una investigación exhaustiva de los sucesos para deslindar responsabilidades.
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